Friday, April 04, 2008

Llevar el cabello corto es cuestion de historia





La invasión de cortes de pelo al estilo bob, me ha llevado sin excusas hasta los años 20. Esta tendencia muy bien llevada por famosas como Victoria Beckham, Rihanna, Katie Holmes y su hija Suri, también Paris Hilton y de este lado del charco Luz García y Stephanie Fatule, anteriormente popularizada esta moda por Nicole Richie, Kate Bossworth y demás nombres exóticos en inglés.

Leyendo un poco de historia me he dado cuenta de que ellas vienen a ser con su sofisticado corte las flappers de esta era, con más libertades, más escándalos, más moda y menos reglas.
Las originales se llevan todos los aplausos, porque si bien la modernidad le ha otorgado a las chicas de hoy toda la libertad posible, no solo para lucir su bonito corte de pelo, sino también para llevar el adecuado estilo de vida, las de los años 20 tuvieron que romper todas las reglas y soportar el dedo acusador de la sociedad de entonces.

Las flappers aprovecharon los años siniestros que enmarcaron la Primera Guerra Mundial, primero cortaron su cabello para tener más comodidad y subieron el largo de las faldas hasta las rodillas (algo escandaloso para entonces), a esto se sumó un estilo de vida frenético el cual las apoyaba para tomar alcohol, ir a fiestas, conducir automóviles y hacer con todo el desparpajo del mundo, lo que estaba prohibido para las mujeres.

Con arrojo y valentía estas chicas de las que todo el mundo hablaba (pero no bien) indirectamente abrieron el camino para que las demás tomaran en sus manos la antorcha de la libertad sin sentir que con eso ofendíamos al mundo.

Las películas sirven mucho para reflejar ese estilo de vida (tomen al Gran Gatsby como ejemplo) los alargados pitillos para fumar, el enérgico baile charlestón, vestidos de talle bajo bordados en pedrería, el cabello corto y labios profundamente rojos. Aquellos eran los felices años 20 y ellas tienen la mayor cuota de responsabilidad de que allá sido así.

Las flappers representaron a la mujer liberal e independiente que trabajando fuera del hogar ganaba su propio dinero, retaron a las mujeres a exigir un mejor lugar en la sociedad y divertirse mientras lo hacían. Hoy tomamos su legado como ejemplo del arrojo de las mujeres que no tienen miedo de cortar su cabello y vivir el mejor de sus días.

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