Alerta roja: El nombre que le ponga a su mascota puede influir seriamente en su personalidad

A los que no la conocen aún ella es Confeti, mi linda y "tierna" gatita. Fue un regalo de María, mi compañera de trabajo.

Recuerdo aquel día, sentada en mi escritorio la recibí en mis manos, era muy chiquita y frágil, así que de "un prontico" la llevé a mi casa. Al regreso mi tema del día fue: El nombre que le pondré a mi gata; hice una encuesta, varios nombres rondaban, pudo ser escarcha, burbuja, gata, misitu o confeti. De todos ganó este último y yo... me arrepiento sobre manera porque esa gata no me da descanso.

Se sube, se baja, me muerde, me aruña, está en todos los lugares de la casa, se escabulle y donde menos espero encontrarla aparece, así mismo, como los confetis que lanzaban en las fiestas patronales de Constanza.

Selenia y mami la han re bautizado con el nombre de Gata Salvaje y mi hermanito Carlitos dice que la va a mandar a vivir al "zoojolico". Yo les digo que no, que de ninguna manera, que sobre mi cadaver... pero no han sido ni una ni dos las veces en que me he desesperado y he querido "destituirla de sus funciones".

Por esto les digo que piensen muy bien que nombre le pondrán a perro, a su gato o a su guacamayo, su personalidad se convertirá en su nombre y de eso no hay duda (al menos en mi caso).

Ahora pienso que debí ponerle Escarcha, quizás fuera más tranquila... pero aburrida.