La lluvia

Lluvia el sábado
Más lluvia el miércoles
El sol promete salir el jueves
El sol se filtra por una ventana un viernes 2 de noviembre

Siempre me han dicho, me han hecho entender, que la lluvia es una bendición. No importa cuantos aguaceros me han caído encima, siempre me muerdo la lengua ante la tentación de "hacer piques" por esos aguaceros inesperados, que casi siempre te toman de sorpresa, sin sombrilla, of course.

En este caso, lamento decir que no fueron bendiciones las que cayeron, quizás si, pero están disfrazadas.
Durante 6 días el agua se hizo sentir, un saldo de cientos de heridos y vidas perdidas, miles de damnificados y pueblos incomunicados dejó el paso de la tormenta Noel por el país.

Por sorpresa nos tomaron los vientos, ya que ningún aviso de protección tocó nuestras puertas, ni tocó tampoco las pantallas de nuestros televisores, ni las ondas hertzianas, sólo nos quedó rezar y esperar.

Luego de la tormenta, por fuerte que sea, siempre llega la calma. La ironía es que muchas familias mientras ven el sol salir se topan crudamente con la realidad de que lo poco que tenían se les fue con el río, sin dinero ni comida solo esperan por las autoridades y su promesa de resolver, esperamos que así sea.