








El Oscar ya pasó y detrás de sí dejó una estela de comentarios que colmaran los titulares de revistas por varias semanas. Es increíble como la alfombra roja propiamente dicha, ha adquirido mucha más importancia que el acto de premiación en sí, sino pregúntenle a la batería de estilistas, diseñadores , maquilladores, casas de moda y actrices dando su mejor su perfil ante los flashes.
En los states la sencillez prima sobre los adefesios que llevan sobre sus cuerpos las Vickianas, Jacqueline's Estévez y Marceles, sobre todo. Un simple vestido (que por sencillo que se vea es bastante caro) y pocos accesorios es el must de las actrices. En Lo Nuestro vemos más color, más escotes y menos tonos pastel, pero sin duda más gusto al vestir.
Algo que siempre me sorprende es lo caprichosos que pueden llegar a ser aquellos que se consideran autoridades en las críticas de alfombra roja. La que hoy es la mejor vestida, mañana puede ser la peor de las peores, sino miren el ejemplo de Nicole Kidman (según dicen los entendidos en la materia).
Al punto al que me dirijo es que simplemente menos es meas. Punto. No hay que ser super inteligente para entenderlo.
Bueno, chequeen estas fotos.
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