Cuando ganó Leonel en el año 2004, recuerdo que la algarabía era tan grande, que el pueblo salió a celebrar felices con el gran triunfo.
La Lincoln es la zona elegida. Esta avenida, una de las principales de la capital, se llena full cada fin de semana, pero más aún cuando hay motivos para celebrar. Esta vía principal lleva el nombre de Abraham Lincoln, para honrar el complejo de Guacanagarix que identifica a los dominicanos (para aquellos que no entienden, quiere decir que le damos más importancia al extranjero que al nacional, honrándolo con todo tipo de acciones que reflejan una naturaleza "lava saco").
Ahora voy al punto. Encontré estas fotos y me dije "Igualito que aquí, pero más auténtico", porque ellos si tienen razón al bautizar sus avenidas con los nombres de importantes hombres que lucharon por mejores reformas para esa nación. Me pregunto donde quedan Duarte, Sánchez, Mella, Luperón... Son también bonitos nombres para bautizar nuestras principales avenidas, que al parecer prefieren llamarse Kennedy y George Washington. Que perla.
Anoche en los States todos salieron a celebrar, carros en las calles, algarabía y mucha juventud me recordaron mucho a mi país y esas celebraciones que se extienden en la Lincoln.
Ya dejando el chisme, quiero expresar mi alegría por el triunfo de Barack Obama. Su elección significa un cambio de dirección en este mundo atribulado, ¿Quien pensaría que un negro ocuparía la Casa Blanca? Obama cumplirá sus sueño y motiva a otros para soñar en grande.
Su carácter habla de apertura, carisma y una visión diferente. Con tan solo pronunciarse en contra de la guerra es suficiente para verlo como un gobernante diferente. Pidamos a Dios entonces que le ilumine y deje aflorar siempre las buenas intenciones de su corazón, que se mantenga siempre humilde, esa es una cualidad de los grandes.
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