Hoy coienza otra vez la primavera. En la antiguedad y aún hoy muchos celebran este día con rituales diversos, por la promesa de un nuevo inicio.
La primavera motiva a la tierra, todo germina con ella. Y no hablo solo de la naturaleza, hablo también de nuestros planes, proyectos y cambios de actitud. Da buena suerte comenzar cosas nuevas en este día, la energía fluye.
Como les he venido contando, Diana and the city vendrá sufriendo una serie de cambios muy positivos, que sé les van a encantar.
Cuando inicié con este hace dos años, no tenía norte, ni metas a largo plazo que se pudieran derivar de mi actividad en el blog. Sin embargo, mientras escribo esto me doy cuenta de lo mucho que he cambiado, me he convertido en una mujer arriesgada, que no está dispuesta a cruzarse de brazos por miedo a fracasar.
Este es el primero de unos cuantos proyectos personales que verán la luz este año (ya les contaré), me emociona y me pone ansiosa, ya que deseo llevar estas publicaciones a un nivel más profesional y para eso se necesito invertir más de mis escasas horas libres.
Lo que quiero lograr con Diana and the city es que ustedes se sientan motivados tras visitarme, que se sientan parte del cambio y que se motiven y logren revitalizar sus vidas de manera creativa como lo estoy haciendo.
La felicidad nos pertenece, pero tenemos que salir a buscarla para encontrarla, y para encontrarla tenemos que arriesgarnos, tenemos que lanzarnos a lograr nuestros sueños, esos que pensamos imposibles, ya que sin duda alguna de la realización de estos depende nuestra felicidad.
Ya no tengo miedo y si de mi depende lograré cosa cosa que se le ocurra a esta loca cabeza.
Me gusta que me visiten, procuraré siempre preparar cosas nuevas para que encuentren algo diferente cada vez que toquen a esta puerta.
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