Para mi y muchas colegas de la prensa de modas es... Yo podría decir un "Dulce Caos". Me encanta la frase.
Agotadas por el trabajo y las actividades de semanas previas, debemos llegar a tiempo a una buena parte de los desfiles. Cubrirlos, compartir impresiones, organizar la exposición del trabajo, y la verdad es que el tiempo se acorta porque mientras escribes tu opinión del último desfile que viste, el tiempo te juega en contra y ya debes pasar al siguiente.
A esto se une el hecho de que es una semana de la moda, no tenemos tiempo para armar el outfit que deje a todos con los ojos abiertos como dos huevos fritos ( comparación muy anti fashion, lo sé) aún así, debemos hacer malabares para bañarnos, ponernos lindas para los desfiles de la noche evitando a toda costa salir del Hotel El Embajador (el tránsito de la ciudad y la incomodidad del tema de los parqueos causa demasiado estrés como para intentarlo)
No importa como, pero nos las arreglamos para a final de cuentas relajarnos, reír y disfrutar con las mil historias que se cuentan en la semana de la moda.
Me tomé esta fotografía en el año 2009. Ni soñaba con ser la editora de la revista A la Moda. El stand era una vitrina, y decidí hacer click mientras me reflejaba en ella.... Quien lo diría.
Este año -nueva vez- estoy lista para la fiesta. Ya tomé mis vitaminas para resistir la intensidad. Mientras aquí les dejo algunas entradas de mis coberturas anteriores.
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