A estas alturas todos estarán de acuerdo. La colección presentada por Valentino en la recientemente concluida Semana de la Alta Costura en Paris, fue una de aquellas que dejó a público y críticos con la boca abierta, en un tono positivo claro está.
Maria Grazia Chiuri y Pier Paolo Piccioli han tomado la antorcha entregada por il signore Valentino Garavani con total éxito. Están logrando su cometido, refrescar una marca que durante tantos años ha tenido como sinónimo la elegancia clásica, manteniendo su esencia pero entregando al mismo tiempo nuevos elementos, nueva estética para un nuevo Valentino.
Esta colección de Alta Costura, lejos de desvirtuar el propósito lo ha mantenido, arrancando aplausos con cada salida que parece como salida de un sueño.
Creo que aquí la clave ha sido encontrar el equilibrio entre la sencillez de la silueta elegida y la complejidad de los bordados y la disposición de las texturas. Según reportes de WWD la frase "La simplicidad es la máxima sofisticación" expresada siglos antes por Leonardo Da Vinci, fue el punto de partida para comenzar a crear, de hecho, referencias del Renacimiento pueden notarse en los vestidos, en el estilismo de las modelos y en la decoración... De nuevo, no hay nada más cierto: "La simplicidad es la máxima sofisticación".
La paleta de colores se mantuvo neutra con negro, beige, ricos tonos tierra y como acentos rojo y amarillo, empleados de forma muy precisa en algunas creaciones. La presencia de ilustraciones de animales en la ropa me parece una movida muy atrevida y refrescante, más aún cuando se trata de Alta Costura, de este modo hacen su aparición rinocerontes, caballos, leones, escarabajos y libélulas bordados en hilos dorados y hasta un dragón hacen su aparición en esta magistral propuesta que se merece todos los aplausos.
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